Marca Bote Boards

Nuestras vidas siempre han estado rodeadas de agua. Magda creció nadando de 4 a 6 horas al día entrenando para convertirse en 3 veces campeona nacional universitaria en la Universidad de Auburn, mientras que yo, con mucha menos fama, crecí pescando, nadando, esquiando, cazando y haciendo todo lo que podía para estar en el agua. Nos gusta tanto el agua, que menos de un año después de la universidad decidimos mudarnos juntos a Destin, FL. Tal y como va la vida, hicimos la mudanza, nos casamos y encontramos grandes carreras.

Destin no es la típica "Florida". Es una ciudad más pequeña, más conectada con Alabama que con Miami y con un ritmo más "lento". La cultura local tiene influencias de todas partes, pero definitivamente tiene su propio estilo y sabor. Barcos de pesca de la vieja escuela, kayak, esquí acuático, surf; el agua es el epicentro del estilo de vida de Destin, que encaja perfectamente con nosotros.

Probamos por primera vez el stand up paddle a finales de 2008 y nos encantó la "idea"... pero odiamos el producto; tanto la forma como la función. Todas las tablas que probamos eran lo mismo pero con un nombre diferente. Todas eran básicamente tablas de surf gigantes e inestables. Fue en ese momento cuando miré a Magda y dije: "Podemos mejorar esto; podemos hacer una tabla que se distinga".

Quería una tabla que fuera lo suficientemente estable como para pescar, pero que se remara con eficacia. Una tabla que pudiera albergar una nevera para mi cerveza. Una tabla que fuera sencilla, fresca y que se adaptara a nuestro estilo de vida. Una tabla que prácticamente cualquier persona de cualquier edad pudiera remar con facilidad. Necesitaba las capacidades de un barco con la simplicidad de una tabla. Y, tenía que tener un buen aspecto... realmente bueno.

Así que... dejamos nuestras exitosas carreras (Magda era asesora financiera y yo ingeniero mecánico) y empezamos a fabricar nuestras embarcaciones, o lo que decidimos llamar "BOTE". Todo lo que teníamos para financiar era un 401K cobrado por valor de unos 7.000 dólares, un bolsillo lleno de tarjetas de crédito y una tonelada de trabajo duro por delante.

BOTE se ha convertido en nuestra vida. Desde el negocio hasta el producto, lo vivimos cada segundo de cada día. Lo llamamos nuestro segundo hijo. Hemos tenido la suerte de estar rodeados de personas y empleados que comparten nuestra pasión por el producto. Muchos de ellos han estado con nosotros desde el primer día. Por suerte, hay mucha otra gente que también piensa que nuestras tablas son geniales y por eso nos hemos convertido en una marca de ámbito nacional guiada por nuestra misión: "Destacar a través de la innovación que da forma a la industria, las ideas frescas y la simplicidad para crear un producto que define un estilo de vida".