
¿Todavía no sabes que kayak quieres tener? Seguramente tras leer nuestro post de la semana pasada "Cómo elegir tu Kayak", te has hecho una idea aproximada de cómo debe ser tu kayak, en función del uso que le vas a dar. Está claro que si ya llevas mucho tiempo practicando este deporte y si no es tu primera embarcación, saber perfectamente si tu kayak va a ser de mar, lo quieres para competir, para hacer travesías o simplemente de recreo. Más complicado lo tienen aquellos que vayan a comprarse por primera vez un Kayak y puede que no hayamos aclarado del todo sus dudas y continúen con esa gran aventura que es la elección de mi primer kayak.
Hoy queremos seguir despejando esa incógnita aportando más detalles sobre qué kayak es el que más me conviene, en esta ocasión, alejándonos de su uso, y conociendo más sobre nosotros y sobre la propia embarcación.
Un kayak para mi cuerpo
Independientemente del uso que le vayamos a dar a nuestro kayak debemos pensar en nosotros, en una embarcación adaptada a nuestro cuerpo y que, por encima de todo, nos sintamos cómodos y seguros.
Nuestra altura y peso determinarán la elección de nuestro kayak y deberá ser acorde la longitud y el tamaño de la bañera para que prime el confort dentro de la embarcación. Aunque a priori un kayak pequeño no pueda parecerte incómodo te aseguramos que varias horas dentro de una bañera no acorde con tu cuerpo puede resultar una experiencia de lo más nefasta.
Además de tener en cuenta aspectos físicos, como se suele decir, la experiencia es un grado, y tu nivel de práctica determinará el kayak a adquirir. No sólo tienes que pensar en presente, sino también a corto y medio plazo, en tu nivel de hoy en día y el que puedas alcanzar en un par de años. Si estas practicando kayak regularmente y piensas seguir incrementando tus habilidades, vale más la pena escoger un kayak por encima de tu nivel actual. Toma en cuenta esta pregunta ya que según tus objetivos será mejor orientarte a un kayak más profesional.
Materiales del kayak
Hoy en día los kayaks, mayormente, o son de polietileno o son de fibra de vidrio, aunque puedas encontrar kayaks de carbono, tela e, incluso, de madera.
Además de por sus diferencias de peso, resistencia, mantenimiento y aspecto, los kayaks suelen cambiar mucho de precio según su material de fabricación.
Dejando un lado, los materiales más “anecdóticos”, lo más común es elegir un kayak fabricado con polietileno, pues es un material bastante resistente y mucho más económico. Las embarcaciones de polietileno soportan muy bien los golpes y, además, en caso, nada habitual, de rotura son muy fáciles de reparar fundiendo polietileno sobre la rotura y repasándolo después con una espátula.
Por su parte, los kayaks fabricados en fibras tienen otras ventajas como, por ejemplo, que son bastante más ligeros y su reparación también es muy sencilla sencilla. Sin embargo, estos kayaks son más delicados y su precio es mayor. Este material es principalmente elegido por personas que van a recorrer grandes distancias o que compiten a nivel profesional.
Elementos a tener en cuenta en nuestro kayak
Una vez ya hemos tenido en cuentas los aspectos más fundamentales para saber qué kayak debo comprarme, podemos atender a detalles que también nos ayudarán a sacarle más provecho a nuestro kayak, como son: el tipo de casco y su curvatura, y el timón
Existen cuatro tipos de cascos: redondo, en forma de V, planos acanalados
Un casco redondo aporta velocidad y maniobrabilidad.
Un casco en V también es veloz y afecta al rumbo al que quieras llevar tu kayak.
Un casco plano es más estable y favorece la velocidad en los giros
Un casco acanalado o en forma de túnel es el más estable de todos.
Además, cada uno de estos tipos de cascos, podrán tener una curvatura, que se aprecia lateralmente, y que en jerga denominamos rocker o arrufo. Influye directamente en el trazado del rumbo y la velocidad de giro. Elegiremos un casco con menos rocker, es decir, con una línea más recta, si queremos nuestro kayak para pescar o para navegar en el mar. Por el contrario, para navegar en zonas con obstáculos como los ríos de agua brava, será necesario una línea más curva, para que puedas mantener mejor el rumbo.
Por último, timón sí o no. El timón es un elemento recomendable para zonas de mucha corriente o viento y que puede ayudar a mejorar el direccionamiento, sobre todo cuando hablamos de kayaks que sobrepasen los cuatro metros o sean autovaciables. En caso contrario, el rumbo de nuestro kayak se elegirá palada a palada.
Existen otras muchas cuestiones a tener en cuenta a la hora de elegir un kayak como por ejemplo, su almacenamiento. Está claro que si no tenemos un lugar donde guardar nuestra embarcación lo más aconsejable es un kayak hinchable cuyo desinflado nos permite almacenarlo en cualquier lugar.
Desde Nauticmar nos ponemos a vuestra disposición para tantas dudas como tengáis, en nuestra tienda de kayaks online o en nuestro showroom en Alicante.
Parece una elección complicada pero, a la postre, sólo tenéis que pensar en una cosa, “quiero tener mi propio kayak para disfrutar del agua cada vez que me apetezca”.